lunes, 12 de noviembre de 2012

EXÉGESIS LC 1, 39-56

Éxegesis ralizada por el compañero Camilo Mendoza. Buen provecho.




SEMINARIO DIOCESANO SANTO TOMÁS DE AQUINO




EXÉGESIS BÍBLICA
LC 1, 39-56



PRESENTADO POR:
CAMILO ANDRÉS MENDOZA OSORIO
III DE TEOLOGÍA
SINÓPTICOS

PRESENTADO A:
ROSEMARY CASTAÑEDA M. O.P




SANTA ROSA DE OSOS, 18 DE SEPTIEMBRE DE 2012
Lc 1, 39- 56[1]
39.      En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá;           
40.      entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
41.      Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo;       
42.      y exclamando con gran voz, dijo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno;
43.      y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí?  
44.      Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno.           
45.      ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!»    
46.      Y dijo María: «Engrandece mi alma al Señor        
47.      y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador
48.      porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava, por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada,    
49.      porque ha hecho en mi favor maravillas el Poderoso, Santo es su nombre          
50.      y su misericordia alcanza de generación en generación a los que le temen.        
51.      Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los que son soberbios en su propio corazón. 
52.      Derribó a los potentados de sus tronos y exaltó a los humildes.  
53.      A los hambrientos colmó de bienes y despidió a los ricos sin nada.         
54.      Acogió a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia
55.      - como había anunciado a nuestros padres - en favor de Abraham y de su linaje por los siglos.»          
56.      María permaneció con ella unos tres meses, y se volvió a su casa.

Traducción tomada de la Biblia de Jerusalén

Para entrar de una manera más sistemática y organizada en la exégesis de este texto lucano, tengamos presente la siguiente secuencia:

-       Situación inicial (vv. 39-40)
-       Reacción del niño (v. 41)
-       Reacción de Isabel (vv. 42-45)
-       Primera parte del himno de María: alabanzas por los cambios que se están dando (vv. 46-50)
-       Segunda parte del himno: ve al futuro, donde el Mesías es quién la inaugura (vv. 51-55)
-       Regreso de María a su casa (56)

Dos mujeres en embarazo (una estéril y otra virgen), dos niños concebidos de manera particular por la acción del Espíritu Santo. Gracias a este encuentro, la madre del Mesías comprende de manera más profunda, el mensaje de salvación que ha recibido de Dios.

Este relato, que pertenece a la infancia de Jesús, no lo podemos leer y mucho menos estudiar de cualquier manera; no es un relato que debe entrar sólo por las vías de la razón, si no también por las sendas del corazón. La riqueza que encontramos en los textos bíblicos, no sólo se limitan a conocimientos históricos, pensado que es la única manera de demostrar la existencia de Jesús histórico. ¿De que nos sirve demostrar que Jesús existió como hombre y no como Dios? ¿Dónde está la novedad? Debemos acoger el mensaje de manera integral, de tal manera, que podamos ver la belleza que Dios pone en labios de Lucas.

Qué interesante este pensamiento con respecto al estudio bíblico:

“Si fuéramos capaces de percibir... los secretos de Dios transmitidos en los textos de la Biblia, a la manera de los músicos, los pintores y los poetas, su mensaje conmovería el corazón de todo hombre sobre la tierra y Dios se haría oír en los cantos de alegría, en las visiones de la belleza y en la poesía orante de la piedad y del amor ... Pero, ¿qué hemos hecho nosotros los teólogos, al haber elegido con el paso de los siglos un lenguaje cada vez más racional y, al mismo tiempo, más  materialista, para la interpretar los símbolos de la fe ... ?”.[2]


El Evangelio de Lucas, es por excelencia el Evangelio mariano, y esto lo vemos en este texto que vamos a estudiar. Lucas nos da la primera presentación de María, madre de Jesús.

Esta presentación que Lucas ofrece acerca de María, es una de las grandes novedades que encontramos en los Sinópticos. Ya que de María se habla muy poco en el Nuevo Testamento, y mucho más cuando se escribe en medio de una cultura machista.
Al momento de la redacción de este Evangelio, el autor sagrado sabe muy bien donde ubicar la figura de María, de tal manera que sin ser ella más o menos que su Hijo o que el resto de los personajes de este libro, la presenta como la gran portadora del verbo encarnado, la gran centinela del Evangelio.

Antes de entrar en la materia de estudio, nos tenemos que hacer la siguiente pregunta: ¿es verídico que la alabanza de María, el Magníficat, es realmente de ella? Este interrogante nos lleva a profundizar un poco sobre los cánticos en la obra lucana.

-       Vamos con lo primero.
Raymond Edward Brown, nos dice que algunas frases del Magníficat cuadran mejor en Isabel que el María. Miremos por qué:

v. 48: humilde condición de su esclava. ¿Su condición de virgen es una humillación ante los hombres? Esta encaja mejor en la realidad de Isabel, que siendo estéril, siente vergüenza ante los hombres (v 25)

v. 49: ha hecho en mí favor maravillas el Poderoso. Es similar a el poderoso ha hecho tanto por mí (v 58)

Son sólo ejemplos que no son exactos al momento de ubicarlos en cualquiera de las dos mujeres. Sólo podemos decir, que el magníficat es aplicable a los oprimidos de Israel, pero como dice la Pontificia Comisión Bíblica: el Magnífica tiene que ser atribuido a María y no a Isabel. [3]

¿Por qué el cántico de María está dentro de la visitación y no antes o después? Esto nos da pie a pensar que este cántico fue puesto de manera posterior al momento de la redacción. De todas maneras, creamos por el momento, que el autor nos da a entender la necesidad de la respuesta de María al cántico de Isabel, porque se debe dejar claro la supremacía de Jesús frente a Juan Bautista.


-       Vamos con lo segundo   

Al estudiar este cántico (María), se debe tener presente los demás cánticos: el benedictus (1, 67-79, Zacarías) el Gloria (2, 13-14,) y el Nunc dimittis (2, 28-32Simeón). El Gloria, es su corto contenido, es mencionado con personajes no mencionados antes en el relato bíblico.

En diferentes estudios bíblicos, encontramos diversidad a la hora de definir su composición:

-       Fueron compuestos por Lucas al mismo tiempo que el conjunto del relato: es difícil creerlo al momento de encajarlo en su contexto actual. Es más, si se hubiesen omitido, creeríamos que nadie se hubiese dado cuenta, porque en el antes y en el después sigue siendo la misma esencia del mensaje: pasar del v. 38 al v. 57
-       Fueron compuestos por Lc y añadidos posteriormente por Lucas a un relato ya existente.
-       Eran prelucanos y fueron añadidos por Lucas a un relato ya existente.  

Nos centraremos un poco más en el estudio del Magnífica, que es el texto que más nos importa por el momento:

Sin duda alguna, este cántico tiene es su esquema muchos aspectos del género conocido como himno de alabanza. Aquí algunos del salterio: salmos 8 ,19, 29, 33, 100.

CONEXIÓN DEL MAGNIFICA CON EL ANTIGUO TESTAMENTO

46 b Y dijo María: «Engrandece mi alma al Señor
47 se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador

-       Sal 35, 9: y yo me alegraré con el Señor gozando de su victoria
-       1 Sm 2, 1-2 (cántico de Ana): mi corazón se regocija por el Señor, mi poder se exalta  por Dios, porque celebro tu salvación
-       Hab 3,18 (cántico de Habacuc): yo festejaré al Señor gozando con mi Dios Salvador

48 a. Porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava

-       1 Sm 1,11 (Ana pide un hijo): Señor de los ejércitos, si te fijas en la humillación de tu sierva
-       Gn 29,32: porque el Señor ha visto mi aflicción
-       Esd 9, 45: Dios escuchó a su esclava y se fijó en su humillación y tuvo en cuenta mi vergüenza y me dio un hijo


48 b por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada

-       Gn 30, 13: ¡qué felicidad! Las mujeres me felicitarán

49. porque ha hecho en mi favor maravillas el Poderoso

-       Dt 10, 21: Él será tu Dios, pues él hizo tanto por ti
-       Sof 3, 17: el Señor tu Dios es dentro de ti, el Poderoso te salvará.

49 b Santo es su nombre

-       Sal 111,9: su nombre es Santo y temible

50 su misericordia alcanza de generación en generación a los que le temen.

-       Sal 103, 17: pero la misericordia del Señor dura por siempre con sus fieles

51  desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los que son soberbios en su propio corazón,
52.  derribó a los potentados de sus tronos y exaltó a los humildes.          
53.  A los hambrientos colmó de bienes y despidió a los ricos sin nada.

-       1 Sm 2, 7-8:
El Señor da la pobreza y la riqueza, el Señor humilla y enaltece. El levanta del polvo al desvalido, alza de la basura al pobre, para hacer que se siente entre los príncipes y que herede un trono glorioso
-       Sal 89, 11: Tú traspasaste y destrozaste a Rahab, tu brazo potente desbarató al enemigo
-       Eclo 10, 14: Dios derribó del trono a los soberbios y sentó sobre él a los oprimidos
-       Job 12, 19: trastorna a los nobles
-       Ez 21, 31: habiendo reducido los soberbios a la humillación y habiendo exaltado a los humildes
-       Sal 107, 9: calmó el ansia de los sedientos y a los hambrientos los colmó de bienes.


54.      Acogió a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia  
55.      - como había anunciado a nuestros padres - en favor de Abraham y de su linaje por los siglos.»           
56.      María permaneció con ella unos tres meses, y se volvió a su casa.

-       Is 41, 8-9: Tú, Israel, siervo mío; Jacob, mi elegido; estirpe de Abrahán, mi amigo. Tú, a quien cogí en los confines del orbe
-       Sal 98, 3: se acordó de su misericordia para con Jacob y de su fidelidad para con la casa de Israel
-       Miq 7, 20: así serás fiel a Jacob y leal a Israel como lo prometiste en el pasado a nuestros padres
-       2 Sm 22,51: mostraste su misericordia a tu ungido, a David y su linaje por siempre


SITUACIÓN INICIAL vv. 39-40
Comienza la escena con el verbo άναστδσ.  A continuación, nos habla Lucas de la prontitud que María tiene para ir a casa de Zacarías. En el texto original, encontramos la traducción: a toda prisa. Esta prisa no se puede traducir desde una dimensión psicológica, afirmando que María era una persona desesperada o acelerada. La prisa que María lleva es la respuesta inmediata que da al mensaje del Ángel Gabriel.  

El pueblo de las montañas mencionado por Lucas, hoy en día se identifica más exactamente con Ain Karin (significa fuente de viñedo), seis kilómetros al oeste de Jerusalén.  Lucas ya ha indicado (1,23) que Zacarías no vivía en Jerusalén, sólo la quinta parte de los sacerdotes vivían allá, ya que el resto prefería vivir en Judea (Neh 11,3; 1 Mac 2,1).

Si nos vamos a la interpretación literal-geográfica del recorrido de María, entonces ella tuvo que andar aproximadamente tres días, desde las colinas de Galilea, pasando por la llanura de Esdrelón y las montañas de Samaría, hasta la sierra de Judea. Esto se convierte en todo un problema, ya que nos queda una pregunta por hacer: ¿será posible que María ya en embarazo, caminó dos o tres días a casa de zacarías? ¿Dónde estaba ubicada realmente Isabel? Hasta ahora no encontramos un dato exacto, pero puede haber la posibilidad, de que Lucas no tenía claro la cercanía o la lejanía que había entre Galilea y Jerusalén. Sin embargo, aunque sea un problema sólo de geografía y no de la esencia del mensaje, terminemos esta parte con un comentario de un sobresaliente biblista internacional: “yo diría que Lucas sólo sabía que los padres de Juan Bautista eran de estirpe sacerdotal y que muchos sacerdotes vivían en Judea, cerca de Jerusalén.”[4]

La visitación comienza estrictamente con el v. 40. Ya en el v. 24 se nos hablaba del ocultamiento de Isabel, pero con esta visita de María, se da por terminada toda la clandestinidad de su embarazo.  
Es tan sublime este encuentro, que el gran acontecimiento tiene como realidad de fondo, el recibimiento que el Antiguo Testamento (Juan) le da con gran alegría al Nuevo  Testamento (Jesús). Es un hecho donde Dios se vale de dos realidades presentes que se encuentran: el antiguo Israel oprimido y esclavizado y el nuevo Israel redimido y liberado.

De otro lado, es importante y significativo el silencio del viaje que María emprende; es una actitud de reflexión y meditación que muestran a María como una mujer que asume su responsabilidad con obediencia y humildad.

-       REACCIÓN DEL NIÑO V. 41
El saludo de María no tiene nada de anormal, de sobrenatural o extraño; aquí lo realmente grandioso es la relación que Isabel hace de la reacción del niño (πήδηξε) con el saludo de su prima María. Es la alegría de Isabel al escuchar la voz de su pariente, la que hace que el niño brinque en su vientre. Aquí podríamos hacer referencia a una tercera mujer, Rebeca, que siendo del Antiguo Testamento, posee una condición limitada para concebir hijos (Gen 25, 21), igual que Isabel (v 36), pero que junto con María, sería un parto bastante incomprensible. Esta relación con Rebeca nos dice que Dios conduce la historia de los hombres desde antes de su nacimiento (Jer 1,5)

La bendición y la paz llega a la casa de Isabel desde el mismo momento en que María la saluda; así comienza Jesús a ofrecer por primera vez la salud espiritual y física. No sólo es tarea de María ser la portadora de la salud, sino todos aquellos que le sigan (10, 5ss). En este pequeño trozo del evangelio se ve reflejado lo que después de la resurrección se convertirá en el cumplimiento de dicha profecía. 

Viendo el texto de una manera más racional, detalles como el salto de Juan en el vientre de Isabel, más que el resultado de la interacción que hay entre las dos mujeres, es un fragmento que también Lucas podría haber puesto desde su experiencia médica (Col 4,14), para dejar claro quién es el autor de dicho Evangelio.

La ultima parte de este versículo, nos dice que Isabel quedó llena del Espíritu Santo. En 1, 15 el ángel promete que Juan Bautista se llenará con el Espíritu Santo ya desde el vientre de su madre y este reconocimiento de Jesús demuestra que la promesa ya se ha cumplido.  

El embarazo de María es un embarazo de visible profecía, aún más de la gran y más esperada profecía, donde su presencia llena de la divinidad a aquel que ha sentido su presencia y se convierte de profetizado a profeta, Juan. Cada una se da cuenta, de las grandes maravillas que Dios ha hecho en la otra, de tal manera que todas dos cantan las alabanzas del Señor: vv 42-45; 46-54. La intención de Lucas, siendo él un interesado por la figura de la mujer en su evangelio, es de una teología cristocéntrica muy profunda: las dos mujeres junto con el salto de Juan, ensalzan a Dios por la encarnación del Verbo. 

-       REACCIÓN DE ISABEL. VV 42-45

Lucas en su afán de expresar este gozo sin límites, se convierte casi en tautológico (el mismo mensaje pero en distintas palabras). Este es uno de tantos relatos, que si leemos el evangelio de Lucas de manera continua, nos surgiría una pregunta: ¿Por qué no aparece José en este relato bíblico? El hecho de que no se mencione a José en la escena de la visitación, confirma que Lucas pensaba realmente en una concepción virginal al escribir 1, 26-38.

Con relación al Antiguo Testamento, una bendición semejante se ve en cánticos que alaban a mujeres de la historia israelita. Así como Isabel, llena del Espíritu profético: Bendita tú entre las mujeres, así también la profetiza Débora clama: Bendita seas, Jael, entre las mujeres (Jue 5,24) (Jdt 12,18)[5] 

42- Isabel habla con gran voz. Ella habla de una manera extasiada emocionalmente, en una forma litúrgica y solemne, como cantaban los levitas delante del arca de la alianza (1 Cro 16, 4). Hablar con gran voz, es fruto de la experiencia que ella tiene al haber recibido la alegría mesiánica, es decir, el encuentro personal con el verbo encarnado.

Bendita tú entre las mujeres. Hagamos a continuación un pequeño análisis gramatical de la palabra bendición, el cual la encontramos en dos sentidos dentro de la Biblia. Esta es la distinción: una puede llamarse participial y la otra adjetiva:

-       Participio pasivo: hebreo baruk, griego eulogetos o eulogemenos, latín benedictus, castellano bendito.

-       Adjetivo: hebreo asre, griego makarios, latín beatus, castellano feliz, dichoso o bendito

Nota: los signos que  traen algunas palabras, especialmente las de hebreo, el computador no me las permite hacer. Sin embargo, yo tengo el texto original.




Las frases del NT en que se emplean adjetivos, por ejemplo, las bienaventuranzas, son llamadas macarismos (del griego makarios).  Estas no otorgan una bendición, sino que reconocen un estado previo de felicidad o bendición. Son una proclamación que viene a significar, que la alegría escatológica ha llegado. Se encuentran macarismos en Lc 1,45.48., pero en este pasaje que estamos trabajando, Lucas dice eulogemenos. Podemos ver, que se trata entonces, de un sentido participial: el bendito se dirige propiamente a Dios (V 32) que tiene que ser bendecido por los seres humanos[6].

Por lo general, la bendición es un deseo del hombre que implora a Dios para que lo acoja en su amor (Mt 7, 7-11; 1 Cro 4, 9-10). Pero en este caso, el Espíritu Santo, permite que Isabel reconozca la bendición que ha sido previamente entregada a María. Si nos remitimos al Antiguo Testamento, nos damos cuenta de que María no ha sido la única mujer bienaventurada por Dios que encontramos en la biblia (Jue 5, 24; Jdt 13, 18). Podría afirmar arbitrariamente que María, aun siendo bendecida por Dios de manera excelente, no lo ha sido más que ninguna otra mujer.

Bendito el fruto de tu seno. También aquí se emplea la forma participial eulogemenos. En Jdt 13, 18 vemos una alteración entre eulogetos y eulogemenos en los versos paralelos: bendita tú…entre todas las mujeres de la tierra y bendito es el señor Dios. La expresión fruto del vientre es una hebraísmo (Gn 30, 2; Lam 2, 20)

43- y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí?  Isabel comprende la visita de María como una distinción. La traducción griega del AT reproducía el nombre de Dios Yahveh de la Biblia hebrea con la palabra kyrios (Señor). Por esta razón, cuando Isabel saluda a María como “Madre de mi Señor”, está reconociendo el origen divino del niño Jesús[7]. Tanto en el Evangelio (20, 41-44) como en Hechos (2, 34) Lucas emplea en Sal 110, 1: Dijo el Señor a mi Señor, para demostrar que Jesús es el Mesías. [8]

Complementemos nuestro estudio en esta parte del relato con otra relación que tiene la Visitación con el AT. 2 Sam nos dice que David quería trasladar el Arca de Baalá de Judá hasta Jerusalén. Vemos que en el trasfondo de este texto, hay algo (2 Sam 6, 5) en común con el de la Visitación: la alegría de ser portador de una realidad Divina que salva (arca de la alianza) (Lc 1, 41). Sin embargo, más adelante el texto nos dice que David no se atrevía a llevar el Arca a su casa, a causa de la muerte de Uzá. Exclamó: ¿Quién soy para que me visite el Arca de mi Señor? (6, 9). Es evidente la semejanza con la pregunta de Isabel, y más, cuando por fruto de esta pregunta, el Arca se queda tres meses en la casa de Obedebom; lo mismo que María se quedó con Isabel unos tres meses (1, 56). Esta relación, nos lleva a pensar, que Lucas cree que María es el Arca de la Alianza.

44- Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno.
El Saludo de María tiene como respuesta los jubilosos saltos del niño. Este hecho traspasa el júbilo del tiempo mesiánico de salvación, que el profeta había descrito con estas palabras: saldréis y saltaréis como terneros que salen del establo (Mal 3, 20). El tiempo de salvación, es tiempo de júbilo,  como la promesa hecha a Zacarías en 1, 14: tendrás gozo y alegría.  

45-  ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!»
Isabel proclama a María bienaventurada. El genero literario macarismos tiene un lugar en la literatura sapiencial. Tiene la función de indicar cuál es el camino correcto en la vida (6, 20-22). A María se le glorifica ya desde este mismo momento, porque ha escogido el camino de la fe (1, 38). Esto macarismos los encontramos con más frecuencia en Mateo y Lucas.

PRIMERA PARTE DEL HIMNO DE MARÍA: ALABANZAS POR LOS CAMBIOS QUE SE ESTÁN DANDO (VV. 46-50)

El magníficat es el primero de los cuatro himnos que caracterizan la narración lucana de la niñez de Jesús.
De los tres cánticos atribuidos a seres humanos en el relato lucano de la infancia, el Benedictus describe la reacción de la comunidad de los oprimidos, pero nunca menciona al orante en primera persona singular; el Nunc dimittis describe la reacción del orante, y el Magníficat  combina ambos aspecto: su reacción en primera persona singular y la reacción de la comunidad oprimida. Así encontramos en el Magníficat, un sentido hímnico individual y comunitario.




46 - 47  Y dijo María: «Engrandece mi alma al Señor[9] y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador.
La invitación a la alabanza no está redactada en imperativo, sino en una forma más suave. Cuando María expresa su propia alabanza a Dios, está invitando al mismo tiempo a todos a unirse a ella. Este cántico, como ya lo habíamos dicho, es inspirado en el cántico de Ana (1 Sm 2, 1-10).

48- porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava, por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada.
Lucas, al componer este versículo, empleó el vocabulario  que ya había aplicado a María en el v. 38 (esclava) y en el 45 (dichosa), vocabulario que encajaba perfectamente con la imagen de mujeres que entonaron himnos, inspirado en Ana y Judit.
Cuando Lucas pone en labios de María su humildad, el evangelista no quiere solamente darle importancia a una cualidad particular de María, sino a su condición entre las mujeres (v. 27). Ahora no sólo todas las mujeres, sino todas las generaciones llamarán dichosa a María, porque su hijo traerá la salvación a todas las generaciones.

Dios al mirar la humilde condición de su esclava, recuerda que alguna vez vio la miseria de su pueblo en Egipto, poniéndose entonces en marcha para liberar a Israel de su esclavitud (Ex 3, 7-8)
La alabanza que encontramos en v. 48b se refiere ahora a la cantautora misma. A través de la alabanza a ella misma, alaba lo que Dios ha llevado a cabo en ella. 

49-  porque ha hecho en mi favor maravillas el Poderoso, Santo es su nombre  
En el A.T, como atestigua Sof 3,17, Dios manifiesta su poder para salvar a Israel. La confesión que hace María de Dios es una anticipación del principio evangélico: lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios. (1, 38).
Encontramos otra confesión: Santo es su nombre. La santidad del nombre de Dios está relacionada con su fuerza. El nombre de Dios es el modo con que Dios se da a conocer a los seres humanos. Dios santifica su nombre con los actos de poder, que hacen que los hombres reconozcan su santidad. En el Padrenuestro, santificado sea tu nombre, es paralelo a hágase tu voluntad. Esta idea del A.T (Sal 111, 9) tiene su origen en que el Dios de la alianza se presenta como santo (Lv 11, 44-45).
María supo que su hijo sería la encarnación de la santidad de Dios, dado que Jesús había sido concebido cuando el Espíritu Santo de Dios descendió sobre ella, el niño que iba a nacer sería llamando santo (1,35).
50-  y su misericordia alcanza de generación en generación a los que le temen.
El magníficat es una referencia a la misericordia inagotable de Dios para con los que le temen y resonancia del pensamiento israelita frente a la compasión de Dios.
A ella le había dicho el ángel que no tuviera miedo (1, 30) y que el reino sobre el que iba a reinar su hijo no tendría fin (1, 33), de manera que la nueva alianza en Jesús es un ejemplo de la misericordia de Dios de generación en generación.

SEGUNDA PARTE DEL HIMNO: VE AL FUTURO, DONDE EL MESÍAS ES QUIÉN LA INAUGURA (VV. 51-55)

51-  Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los que son soberbios en su propio corazón.
La narración hímnica explica en siete oraciones en qué consiste concretamente la misericordia de Dios y su significado para el aquí y el ahora. El  número 7 es simbólico: la plenitud. Señala aquí la obra omnipotente de Dios.
Cuando se habla de su brazo, se refiere a un semitismo, frecuente sobre todo cuando se alude a las hazañas que realizó Dios al librar a Israel de Egipto (Dt 4, 34).
Soberbios (literalmente arrogantes) son aquellos que miran a los demás por encima de los hombros, ya que no miran hacia Dios (Is 13, 11). La capacidad de pensar, se sitúa en el corazón (1 Cr 29, 18), de esa manera se convierte en la sede del orgullo (Abd 3).

52- Derribó a los potentados de sus tronos y exaltó a los humildes.
Los potentados o príncipes sería rivales de Dios, el único soberado y rey de todo que encontramos en 1 Tim 6,15. Lucas ha llamado ya a Dios poderoso en el v. 49.

53-  A los hambrientos colmó de bienes y despidió a los ricos sin nada.
En la Biblia es común que a los ricos (soberbios) se les quitaran sus riquezas (Job 15,39; Jr 17, 11). Pero la imagen de vacío (sin nada) en vez del empobrecimiento, se debe a la mención que se hace en la frase anterior de los hambrientos que quedan colmados. Una imagen de esto es la parábola de Lc 20, 10-11: los que van a cobrar la renta a los labradores malvados son despedidos con las manos vacías.
La pobreza y el hambre de los oprimidos son en este texto, ante todo espiritual; sin embargo no debemos olvidar las realidades físicas con que se enfrentaban los primitivos cristianos. Los primeros discípulos de Jesús fueron galileos. Galilea se empobrecía por el abandono de los propietarios. La pobreza era real entre los cristianos de Jerusalén. Prueba de esto es que compartían voluntariamente sus bienes (Hch 2, 44-45; 4, 34-35 y 5, 1-2) y que Pablo insistía en la necesidad de ayudar (Gál 2, 10; 1 Cor 16, 1-4; Rom 15, 25-26).
En esta parte de nuestro estudio bíblico, cabe resaltar que los hambrientos (pobres, necesitados, humildes) hacen parte de la referencia que el Magnífica nos da de María: su situación actual que describe a Israel, sobre todo al resto pobre y oprimido.
María sin duda alguna, cuando se alegra porque Dios hará justicia, está hablando en nombre de todos los anawim[10], humillados y hambrientos. Lucas coloca a María como portavoz de los anawim, teniendo un completo conocimiento del relato veterotestamentario de Ana, la madre de Samuel, esclava del Señor que cantó un himno de los anawim (1Sm 1, 11; 2, 1-10). Vemos que la concordancia entre María y Ana se continúa en el cap 2 cuando María lleva a Jesús al templo, lo  mismo que Ana llevó a Samuel al templo de Silo.
Concluyamos esta parte: los anawim cristianos, cuya voz ha resonado en el cuerpo del himno, se identifican a sí mismos con el resto de Israel.
   
54- 55  Acogió a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia - como había anunciado a nuestros padres - en favor de Abraham y de su linaje por los siglos.»
Auxilia (acoger) también se aplica al Dios que toma a Israel su siervo desde los confines de la tierra (Is 41, 8-9).
Con el concepto siervo se retoma la forma con la que María se describe a sí misma como sierva o esclava del Señor. Lo que Dios ha realizado hace tiempo en Israel, lo realiza ahora en María. La obra de Dios en Israel fue la salvación del pobre y  humillado siervo, su liberación de la esclavitud. Es ahora lo que sucede con la sierva de Dios, María. La historia de su elección termina en la historia de su pueblo, y la  historia de su pueblo llega a la perfección en su propia historia.
La gran hora de María es también la gran hora de su pueblo. En María está representado el pueblo de Dios. La  promesa de la salud se hizo a Abraham y a su descendencia (Gén 12,2). Abraham recibió la promesa, María toma posesión de la realización, el pueblo de Dios recibirá los frutos.

56- María permaneció con ella unos tres meses, y se volvió a su casa.
La cronología (tres meses) está relacionada con el embarazo de Isabel, y este dato hay que añadirlo al de los seis meses de 1, 26.36. El cálculo se hace probablemente sobre un embarazo que dura diez meses, de manera que María deja a Isabel precisamente antes del nacimiento de Juan (1, 57).
En el momento de la anunciación, María todavía no vivía con José. Si la anunciación tuvo lugar en su propia casa y después ella se fue de prisa a visitar a Isabel, probablemente volvió a su propia casa y no a la de José. Lucas no especifica nunca cuándo María fue a vivir con José, aunque la presenta viajando con él en 2, 5.

            El cántico de María en repuesta al cántico de Isabel da por terminada la saga de dos anunciaciones, que marcadas por una intervención particular de Dios, definen el futuro de las próximas generaciones. Isabel, en su breve cántico alaba a María Virgen, madre del Verbo y madre de la humanidad… y María en su cántico más extenso, ha trasladado de manera intacta y sublime (vv 34-35) esa alabanza a Dios. Antes de nacer Juan Bautista y Jesús, la visitación hace que estas dos venerables mujeres corroboren sus destinos, tal como lo había predicho el ángel.

¡Doxa en uyistoiV Qew kai epi ghV eirhnh, en anqrwpoiV eudokia!


El velo del misterio volvió a caer sobre María, hasta que los rayos de la gloria disiparan las tinieblas del mundo, y la corte celestial cantara:                




BIBLIOGRAFÍA

El nacimiento del Mesías. Comentario a los relatos de la infancia. RAYMOND E. BROWN. Editorial cristiandad, S.L. Madrid 1982

El Nuevo Testamento y su mensaje. El evangelio según San Lucas.  ALOIS STÖGER. Editorial Herder. Barcelona 1979

Comentario al Evangelio de Lucas. RAINER DILLLMANN Y CÉSAR A. MORA PAZ. Editorial Verbo Divino, 2006



[1] Canticos con gran relación a los del  A.T donde se hace alusión de los triunfos de YAVÉ sobre los poderosos que esclavizan a Israel: 1 Samuel 2, 1-11; Jueces 5, 1-31
[2] E. DREWERMANN. Tu nombre es como el sabor de la vida. El relato de la infancia
de Jesús según el evangelio de Lucas: una interpretación psicoanalítica. Barcelona:
Círculo de lectores - Galaxia Gutenberg, S.A., 1995, p. 19.
[3] Decreto de la PCB 26 de junio de 1912, Roma.
[4] EL NACIMIENTO DEL MESÍAS: comentario a los relatos de la infancia. Escrito por RAYMOND EDWARD BROWN. Pag 345

[5] No es improbable que Lucas conociera el Libro de Judit, compuesto antes del 100 a. C., probablemente en hebreo, y conservado en la tradición de los LXX.
[6] Las alabanzas dirigidas por Isabel a María (VV. 42 a 45) dan a entender que la Virgen es bendita especialmente por al FE que aportó al plan salvífico de Dios. Tomando de: LA VERDAD, JESUCRISTO, SU IGLESIA Y EL HOMBRE. Pbro Filadelfo Lopera,  pag 701.
[7] Señor es un título divino que se aplica a Jesús resucitado (Hch 2, 36; Flp 2,11), pero que Lucas lo utiliza desde su vida terrena.
[8] La parte inicial del AVE MARÍA, se toma de 1, 28. La segunda parte se toma de 1,42. Y el complemento que hacemos en este rezo Santa María, Madre de Dios, toma referencia en 1, 43.
[9] Literalmente: hace grande, magnífica, como en el Salmo 69, 31
[10] Anawim es el plural del hebreo anaw que, junto con ani significa pobre, humilde, afligido.

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